Tendencias de Branding para 2025:
¿Cómo las marcas evolucionan hacia la relevancia y la conexión profunda con el público?
Por:
Nicolás Arango Restrepo
Director General
UNIDAD BRANDING
Enero 20 de 2025
El mundo del branding avanza a pasos acelerados, impulsado por cambios constantes en las preferencias de los consumidores y en la forma en que las empresas se relacionan con ellos.
Durante los últimos años, hemos visto cómo las Marcas han tenido que adaptarse rápidamente para mantenerse relevantes: la digitalización se ha convertido en un requisito imprescindible, la sostenibilidad dejó de ser opcional, la experiencia del cliente es el centro de todo y las #MarcaConProposito es el deber ser de toda compañía u organización.
A medida que avance el 2025, ciertas tendencias se consolidarán abriendo la puerta a nuevas oportunidades de diferenciación para empresas u organizaciones de todos los tamaños.
A continuación, exploramos las tendencias clave que marcarán el rumbo del branding este año.
1. #MarcaConPropositos y autenticidad radical
Cada vez más, los consumidores buscan Marcas que trasciendan la venta de productos y/o servicios y que se comprometan con causas o valores sociales y medioambientales. Para 2025 la generación Z y los millennials —aquellos que priorizan la transparencia, la autenticidad y la consistencia ética— serán mayoría en el poder de consumo. Por ello las Marcas tendrán que:
- Definir su propósito con claridad: Es esencial contar con una “razón de ser” que guíe todas las acciones de enunciar la misión. Tal propósito debe permear todos los ámbitos de la organización, constituyéndose en un valor de la cultura organizacional, estando presente tanto en la propuesta de valor de la marca como en el predicado de que ella se haga. Es decir, tener tatuado el Propósito Superior en el ADN de la organización.
- Mantener una comunicación transparente: La audiencia está cada vez más informada y exige una rendición de cuentas real y verídica. La transparencia en los procesos de investigación, de proveeduría de materias primas y suministros, de producción, de cadenas de distribución y políticas internas será el estándar, no la excepción.
- Adoptar la responsabilidad social como pilar: Las Marcas que se destaquen serán aquellas capaces de demostrar sus contribuciones al bienestar de la sociedad y al cuidado del medioambiente. Este compromiso debe ser genuino, y no solo una estrategia de marketing.
2. Personalización y experiencias hiperdirigidas
La tecnología ha hecho posible conocer a fondo a los consumidores, permitiendo que las Marcas personalicen sus ofertas y mensajes de forma precisa. En 2025, la hiperpersonalización será la norma gracias al uso de datos y la inteligencia artificial:
- Segmentación avanzada: Con algoritmos de IA y análisis de datos de comportamiento, las Marcas podrán crear segmentaciones más pequeñas y personalizadas, para ofrecer mensajes ajustados a las diferentes necesidades individuales.
- Experiencias interactivas: Las Marcas que se destaquen en la personalización irán más allá del contenido y lo aplicarán a experiencias digitales y físicas. Realidad aumentada (RA) y realidad virtual (RV) brindarán oportunidades para interactuar con los consumidores de forma totalmente inmersiva.
- Trato “one-to-one” en escala: Herramientas automatizadas permitirán a las Marcas enviar comunicaciones y ofertas personalizadas a cada cliente, manteniendo un tono cercano y auténtico, aun en comunicaciones a gran escala.
3. Branding sustentable y economía circular
El cambio climático y, en general, la preocupación por el medioambiente están redefiniendo los parámetros de lo que significa ser una “Marca responsable”. Para 2025, los encargados en la gestión de la Marca deben pensar en:
- Diseño ecológico de productos: Las Marcas se verán obligadas a replantear sus modelos de producción para reducir el impacto ambiental. El uso de materiales reciclados, el empaquetado ecoamigable y los procesos limpios fortalecerán la reputación de la marca.
- Comunicación de métricas ambientales: No será suficiente con proclamar objetivos; los consumidores exigirán transparencia y datos concretos sobre la huella de carbono, el uso de energías renovables, manejo responsable del agua, la reducción de desechos, entre otros indicadores.
- Economía circular como base estratégica: El concepto de “reducir, reciclar y reutilizar” no será simplemente una frase de cajón y se convertirá en eje fundamental de las estrategias de producto, extendiendo su vida útil y ofreciendo opciones de recompra o devolución de productos usados.
4. Identidad de marca flexible y viva
Las Marcas están evolucionando hacia identidades visuales y verbales mucho más flexibles, capaces de adaptarse a múltiples plataformas y contextos de uso:
- Diseños modulables: Los logotipos y sistemas gráficos serán cada vez más dinámicos. Elementos tipográficos e iconográficos que pueden cambiar de color, forma o disposición según el canal (web, redes sociales, apps, experiencias físicas) sin perder identidad y coherencia.
- Lenguaje visual inclusivo: La diversidad y la inclusión, género, raza, religión, etc., en la publicidad y la comunicación ya no son una opción, sino una exigencia de la sociedad. Las Marcas que abracen diferentes etnias, géneros, edades y capacidades humanas serán mejor valoradas.
- Experiencias cross-media: Con múltiples puntos de contacto con el consumidor, la identidad de Marca deberá mantener su identidad y potencializar el mensaje tanto en espacios digitales como físicos, garantizando una experiencia fluida y reconocible.
5. Storydoing más que storytelling
El storytelling ha sido una herramienta poderosa en el branding, pero en 2025 daremos un paso más allá. Pasaremos al “storydoing” que consiste en dejar de contar una historia para pasar a realizar acciones concretas que encarnen los valores de la marca:
- Acciones tangibles: Más allá de los relatos inspiradores, las Marcas tendrán que demostrar de forma real cómo ponen en práctica lo que predican. Por ejemplo, involucrarse en proyectos sociales, instaurar políticas laborales responsables, invertir en desarrollo comunitario, etc.
- Participación del cliente: Involucrarán a los consumidores en la construcción de la Marca, permitiendo su participación activa en decisiones de diseño, desarrollo de productos, iniciativas sociales y en otros frentes posibles. En otras palabras, el cliente está en el centro de la estrategia.
- Medición de impacto: Para que el “storydoing” sea creíble, las Marcas tendrán que medir y comunicar el impacto de sus acciones, tanto en su comunidad como en su entorno tanto cercano como más remoto.
En conclusión, este 2025 se presenta como un punto de inflexión en el mundo del branding, en el que conceptos como la transparencia, la sostenibilidad y la cercanía con el cliente ya no son simples diferenciadores, sino requisitos mínimos para competir. Las Marcas que logren destacar serán aquellas que alcancen un equilibrio entre la innovación tecnológica y la conexión humana, entre la rentabilidad y la responsabilidad social, entre el storytelling y el storydoing.
En un entorno cada vez más complejo, la clave estará en tener una propuesta de valor auténtica y coherente, que parta desde el propósito superior de la organización, resuene con las verdaderas necesidades y aspiraciones de las personas. Las Marcas no deben quedarse en palabras, sino trabajar en acciones relevantes y experiencias memorables, de tal forma que construyan un legado sólido y duradero en este muy competido año 2025.